IMPERDIBLE CHARLA CON CELSO BORGES PREVIO AL CLÁSICO NACIONAL

¿Adentro? “¿Hay aire?” De una, ja”, responde Celso Borges, aprovechando el aire acondicionado, que tan bien cotiza en bolsa en el CAR, considerando el incesante calor de Turrucares durante cada jornada de entrenamiento. Así, pone pie en la oficina de prensa para desmenuzar vivencias, conceptos futbolísticos y demás respuestas en una charla con el Departamento de Comunicación de LDA previo al clásico nacional de este domingo.

Y es que claro, ni bien se publica el calendario del semestre del torneo doméstico, los ojos del grueso de la afición futbolera del país se posan sobre las fechas del Alajuelense – Saprissa (y viceversa). Ya próximo a jugarse en ‘La Catedral del Fútbol’, el actual capitán manudo entregó su mirada sobre el partido, los clásicos o derbis que ha tenido la posibilidad de jugar, la carga emocional con la que lo viven los costarricenses y demás matices con los que conviven permanentemente los futbolistas profesionales.

¿Cómo describirías el clásico nacional de Costa Rica, comparándolo con algunos derbis o clásicos que has jugado en Noruega, Suecia, Turquía o España?

“En cuanto a pasión, es diferente por una cuestión cultural: algunos clásicos que he jugado tienen más historia que otros, pero al ser latinos, hay un punto pasional que le da ese distintivo a todo lo demás. Yo jugué buenos clásicos, pero por la cuestión cultural lo siento muy diferente.”

¿Es muy diferente la atmósfera en Costa Rica en el estadio con respecto a otros países europeos?

“Más o menos: las acciones positivas de juego, salir jugando de una situación de presión, hacer un buen cambio de juego, allá son apreciadas y aquí se aprecia más una barrida, un robo de pelota; no digo que acá no celebren un caño, pero las acciones defensivas tienen más repercusión que las ofensivas… Las acciones temperamentales y emocionales se priorizan sobre lo técnico: salir jugando desde atrás y llegar hasta el marco rival. Creo que los europeos ponderan eso más que en general el aficionado costarricense y latinoamericano.”

Y es que un clásico justamente es donde se reúne más esa emocionalidad de la que hablamos.

“Son las dos vertientes: las dos instituciones más importantes del país, entonces, ¿cómo no va a tomar auge esa carga emocional?”

Si bien todos los partidos son diferentes, ¿la experiencia sí te facilita leer los partidos? Por donde pueden ir las claves del partido ya en el desarrollo del juego…

“Más que experiencia, es un equilibrio emocional. Aunque he visto gente con experiencia que también pierde los papeles muy rápido o se deja llevar por la emoción. Eso es lo que más he aprendido: la experiencia, que al final son las cuestiones vividas. Aunque todos los partidos son diferentes, sí te ayuda a tener como con un mapa de ruta más claro, que no sea tan borroso como al principio.”

¿Qué es lo más lindo de jugar un clásico?

“Jugarlo es muy bonito, lo que pasa es que el antes y el después siguen siendo emocionantes, sobre todo ganando. La tranquilidad que da ganar, y antes, es toda la emoción que hay.”

¿Hacés algún ejercicio mental para apartarte de la atmósfera que se genera en este tipo de partidos y concentrarte estrictamente en lo futbolístico?

“Hay cosas que a uno lo traen de vuelta a la realidad. Anclajes, como lo llaman los psicólogos deportivos, para mantenerte en la tierra. Igual, te soy sincero: hace un tiempo me aparto de consumir lo mediático, no leo noticias, no leo comentarios en redes, no veo nada. Si me entero de algo específico es porque me lo hacen llegar, pero ya todo eso no ejerce nada en mí, ni para bien ni para mal.”

¿Cómo describís la vivencia de los clásicos en el Morera Soto? ¿Qué palabra considerás que describe mejor la forma en que los manudos viven el fútbol en el estadio?

“¡Pasional! Sin dudas. La gente se manifiesta con muchísima pasión. Absolutamente.”

¿Golear al rival o ganar con un gol al último minuto tuyo o de alguno de tus compañeros?

“¡Ja! Ganar. ¡Me da igual el cómo! Mientras ganemos, me da exactamente igual.”

¿Cómo visualizás el partido del domingo?

“Estos partidos, al ser tan emocionales, equiparan los momentos de ambos equipos. A mí me gusta verlo como una pelea de boxeo: uno está midiendo por dónde viene el otro, tira un golpe. Eso lo decía mucho ‘Macho’ Ramírez: que era como una pelea, que uno se valora en los primeros rounds y, por eso, no es usual que se arranque con todo porque el otro equipo también pega, entonces ahí uno ve cómo se puede hacer para atacar sin descuidarte.”

¿El respeto y la admiración que te muestra la afición de la Liga y el aficionado del fútbol nacional cala en vos?

“La verdad es que uno sí lo siente, pero lo que quiero con eso es jugar bien para mi institución, y seguir en esa vibra. Me siento muy honrado, pero me da una responsabilidad aún mayor para seguir haciendo las cosas bien. Lo disfruto mucho, pero disfruto también que ellos sean felices por lo que uno hace y para uno es una satisfacción enorme.”

Hablando de satisfacción, esta semana, jugar con el parche de campeón de Centroamérica y sellar nuevamente un primer lugar, imagino que motiva más de cara al clásico…

“Eso me da mucho orgullo. Por la ventaja que supone, por lo bien que venimos trabajando y plasmarlo con resultados positivos. Falta, pero tenemos la confianza para seguir por el mismo camino a nivel internacional. El parche es un distintivo: ganamos la copa internacional más grande del istmo hace poco tiempo y nuevamente la estamos disputando con altura. ¡Claro que nos pone orgullosos! Este club se ha levantado y es grande porque, a pesar de cuando no se ha podido ganar, siempre al otro año está peleando, por la resiliencia que ha tenido, así que ninguna historia es perfecta, pero el hecho de siempre irlo a buscar y competir es parte de la grandeza de la institución.”