Este martes, el Estadio Alejandro Morera Soto vivió un momento muy especial: un grupo de exjugadores históricos de Liga Deportiva Alajuelense se reunió en la previa del partido ante San Carlos para rendir homenaje a Toyota Guillén, figura del equipo campeón de 1966.
El emotivo encuentro contó con la presencia de su hijo, Joaquín Guillén, también campeón con el club, así como de destacados exjugadores como Zurdo Jiménez, Alejandro González y Tomás Segura. El acto estuvo encabezado por el directivo Luis Guillermo Salazar, fiscal financiero y líder de la Asociación de Exjugadores de LDA, junto con el Gerente General, Marco Vásquez, donde se reconoció a esta dinastía manuda, encabezada por ‘Toyota’ y con Joaquín de testigo de un emotivo momento.
Toyota Guillén expresó su gratitud por el homenaje:
«Muy agradecido con la Liga por este homenaje a mi paso por la institución. Recuerdo aquel torneo de 1966 que fue inolvidable: ganarlo al último minuto, cuando necesitábamos el empate, y finalmente lograr ese ansiado título en el Estadio Nacional. Parecía que el rival iba a celebrar, pero al final fuimos los alajuelenses quienes festejamos. Vivo cerca del estadio, sufro mucho los partidos y los vivo con mucha pasión; es una pasión que siempre llevaré en mi corazón.»
Por su parte, Joaquín Guillén señaló: «Muy feliz de estar aquí. Aunque vivo en Estados Unidos, siempre sigo la actualidad de la Liga. Me llena de alegría ver a mi papá compartir esta pasión a través de dos generaciones de liguistas. Tanto él como yo pasamos por la institución, salimos campeones y seguimos siendo liguistas de corazón.»
Finalmente, Alejandro González, arquero histórico de la institución y que recientemente también compartió con los arqueros manudos en el CAR, expresó: «Siempre es un placer estar en esta institución. La Liga siempre me hizo dar ese plus, y la verdad es una alegría volver. El estadio está espectacular, la cancha se ve muy bien. Recordar mis épocas aquí y compartir con personas como Zurdo Jiménez y Tomás Segura es muy importante para mí.»
Este homenaje reafirma el vínculo histórico y emocional que une a los exjugadores con la institución y con todas las generaciones de liguistas que han hecho de la pasión rojinegra una verdadera tradición.