Después de un largo y arduo tiempo de recuperación, Mariela Campos finalmente está de vuelta, cerrando un capítulo de incertidumbre y dolor que comenzó el 29 de febrero con una grave lesión en su tobillo con la Selección de Costa Rica ante Canadá.
El regreso de esta extraordinaria futbolista al mediocampo de las Leonas es una noticia excelente para el equipo. En este semestre, tenemos la misión de buscar el octavo campeonato consecutivo y luchar por la Copa de Campeones Femenina de la Concacaf.
Mariela conversó con nosotros después de su regreso a una convocatoria, ya que estuvo en banca ante Puerto Viejo en la primera fecha del Clausura 2024.
El tiempo de recuperación
Fue duro, cinco meses deseando volver. Por suerte, la operación fue todo un éxito y la recuperación también. Ahora que estoy volviendo, estoy con miedo de patear la bola y entrar fuerte pero eso es normal. Eso es lo más difícil: la parte mental. La parte física uno la recupera poco a poco, pero estamos trabajando para recuperar ambas de muy buena forma.
¿Cuál fue la lesión?
Se me rompieron los tres ligamentos del tobillo; tuvieron que unirlos. Estuve mes y medio sin caminar, con muletas y en botas un mes, y luego el resto en terapia y readaptación.
¿Había pasado por algo tan duro?
A los 19 años (actualmente tiene 33), que tuve el cruzado roto, no vivía algo así. Ver todo desde afuera y querer estar ahí es difícil, y uno no quiere eso. Pero, como siempre ha hecho este equipo, esté quien esté tiene muchas posibilidades de ser campeón.
¿Cómo cree que va a ser el momento cuando vuelva a jugar?
De mucha felicidad, increíble. Estoy deseando algunos minutos para volver a sentir todo eso. Debo mejorar la parte física, que me falta mucho.
El apoyo de la familia y equipo
Muchísimo. El apoyo más grande es la familia. Mi pareja me ayudó un montón llevándome de un lado a otro. Las compañeras siempre preguntando cómo estaba, pasaban mucho tiempo en terapia a molestar, que es normal.
El viernes jugador ante Dimas Escazú en el Morera, entrada gratis
En casa somos muy fuertes; cuesta que nos ganen ahí. Escazú es un buen rival que siempre nos ha costado, pero vamos por los tres puntos a ganar cueste lo que cueste.