Instantes antes de iniciar la charla, Aarón Suárez le comentaba al Departamento de Comunicación de LDA que ya solo le queda un examen para terminar el bachillerato, lo cual rápidamente dio pie para consultarle:
¿Estás estudiando actualmente?
Me falta un examen de bachillerato: matemáticas. Más que todo porque jugamos siempre los fines de semana y se me complica. He tenido que aplazarlo, y tras de eso, solo son dos exámenes al año. Me ha costado, pero en un mes es el examen y espero poder presentarlo y aprobarlo.
No sería entonces triple competencia, ¡sino cuatro para Aarón Suárez! (entre risas) ¡Calendario talladísimo!
¡Demasiado! ¡Jaja!
¿Ganar goleando o gol al último minuto?
Es que las dos suenan muy bien, ja. Son escenarios perfectos. Si hay chance, con ambas opciones. ¡Ganar… siempre!
Ya tenés experiencia… ¿Cómo vivís la previa al clásico de este domingo?
El primer clásico lo jugué a los 17, debuté con gol, convirtiendo el quinto en aquel 0-5 en Tibás. Era menor de edad, creo que tenía 17. Ese fue mi debut, que siempre lo recuerdo. Debo haber jugado ya unos 7 u 8 clásicos. La previa es muy linda, se respira un ambiente totalmente diferente, que en muy pocos contextos se siente ese clima. Y bueno, desde que se aproxima el partido, uno ya comienza a visualizar qué hacer y toda esa parte futbolística. Eso es motivante.
La música en el bus y todos esos instantes previos, ¿te resultan importantes para entrar motivado si te toca jugar?
Antes no le daba importancia a lo que hacía antes del partido, pero desde el torneo pasado hago una rutina con un playlist específico, y también con un juego en el celular que me mantiene concentrado, mentalmente preparado. Llevo un tiempo haciéndolo y se me convirtió en un hábito para que el cerebro se active y entrar concentrado.
Para vos, como volante creativo, el 10, ¿cuáles son las claves para rendir? ¿Lo más importante en tu posición?
Es una posición importante y creo que una de las claves es marcar la diferencia en la parte de arriba, filtrando pases efectivos para los delanteros, con claridad hacia adelante, lo que marca mucho el ritmo del partido y de nuestra ofensiva. Para mí, es cómo nace un ataque, activar la parte ofensiva.
¿Te gusta rematar a marco?
Tengo la confianza y me gusta, aunque sí, a veces prefiero el pase, porque cuando uno conduce con mucha velocidad, cuesta tener más precisión rematando de media distancia. ¡Pero claro que me gusta!
¿El 10 del mundo que más te gusta ver y que más admirás (sin contar a Messi)?
¡Dybala! Desde que estuvo en Palermo con Pipo, ja. Siempre me gustó su forma de jugar y es uno de los que más sigo.
Cuando todo el Morera canta al mismo tiempo y empuja, ¿se siente una adrenalina adicional o el futbolista ya convive naturalmente en esas circunstancias?
¡Claro! Hay partidos en los que vibra más fuerte. Cuando todos cantan juntos se transmite más esa energía, a mí me da ese plus dentro de la cancha. A ver: cuando uno está jugando, el entorno no se percibe tanto, pero cuando hay un saque de puerta, saque de banda… en esos lapsos, ahí es donde, en lo personal, más percibo esa energía.
¿Cómo te imaginás el partido del domingo?
Desde ya lo siento como un partido complicado. Todos los partidos son diferentes; ellos vienen con cierta presión, nosotros venimos demostrando consistencia futbolística, pero creo que la clave es la capacidad que tenemos, capitalizar la confianza que venimos sumando. Este es como el primer examen que uno tiene en el trimestre y en el que uno debe demostrar todo lo que viene haciendo bien, y como decís, capitalizarlo con un buen resultado.
¿Seguirás inspirado en las celebraciones de Dragon Ball Z o ya has pensado en nuevas celebraciones?
En realidad es Naruto, ¡jaja! A ver, yo veía Dragon Ball Z… Te cuento todo el contexto: desde pequeño lo veía con mis hermanos, también Supercampeones, fueron las dos series de animé que vi de pequeño, y hace unos pocos años vi Naruto y me gustó mucho su filosofía. Me sentí identificado con él.
¿Cuál es esa filosofía?
Querer ser el mejor. El ‘Hokage’ es como el rey del pueblo: el guerrero, el ninja, el máximo. El que ha derrotado a todos los enemigos fuertes. Ese es el sueño de Naruto, y él se entrena al máximo con actitud muy positiva y alegre. Me sentí identificado y me gustó mucho esa seña cuando él cumple sus objetivos, y ya creo que quedó como una celebración mía. De momento, mantendré la misma celebración, pero tal vez adopte otros gestos que hace Naruto más adelante.
La última: ¿lo más lindo de jugar un clásico?
Saber que uno puede quedar en la historia de los clásicos, que es lo que queda año tras año, y poder marcar esa diferencia para ojalá llevarnos la victoria.
