Fabiola Villalobos llegó en diciembre de 2020 para formar parte de LDA, con un temor natural de como la iba a recibir la afición rojinegra por haber jugado antes con Saprissa.
Tres años y medio después, Fabiola se ha convertido en una referente e ídola del liguismo gracias a su entrega, coraje y amor por este escudo, ganándose el cariño y respeto en muy poco tiempo desde que firmó con LDA.
Esa dedicación ha dado sus frutos, y ahora tiene una oportunidad de ser legionaria.
Fabiola se despide de LDA confesándose como “una manuda más” y dejando un legado de siete títulos nacionales, dos Supercopas y dos Uncaf.
Nueva etapa como legionaria
Es algo que venía deseando desde hace mucho. Trabajé para eso, pero viene acompañado de muchas emociones. El dejar esta gran institución, estos colores y a mis compañeras es darle un giro completo a mi vida. Trae miedo, pero estoy muy ilusionada con este nuevo paso.
¿Cuánto puede mejorar su nivel en el extranjero?
Eso es lo que yo buscaba. Soy una persona con mucha ambición. Si bien es cierto que el club y la liga de fútbol acá me han hecho crecer mucho, necesitaba buscar nuevos horizontes.
El desafío de ir a vivir sola en otro país
Es algo completamente nuevo. Más joven viví sola en Estados Unidos cuando estudiaba, pero esta experiencia nunca en la vida la he tenido. Viene acompañada de miedo, pero al final, las mejores experiencias en la vida traen ese temor de dar un salto al vacío, a lo desconocido.
¿Pensó mucho la decisión de firmar con LDA en 2020? Por el hecho de su pasado
Me tomó por sorpresa. Me hacía ilusión llegar a este proyecto, pero por supuesto, para nadie era un secreto los colores a los que yo le iba. Pero en mi mente estaba claro que si quería crecer como futbolista tenía que dar ese salto. Si bien es cierto, la institución que le ha dado el apoyo al fútbol como se lo merece es este club. La decisión fue bastante sencilla porque sabía que me iba a hacer bien, era lo que necesitaba y quería, y me alegro muchísimo de eso.
Sin duda alguna, estos casi cuatro años en la institución son los mejores que he vivido a nivel futbolístico. La afición es increíble, el apoyo institucional es inimaginable, es enorme. La Liga se acerca torneo tras torneo a lo que queremos que llegue a pasar acá con el fútbol femenino. Definiría mi paso acá por Alajuelense como algo mágico, único, que volvería a vivir mil veces. Yo sé que esto no es un adiós, espero volver a defender este escudo y jugar en este estadio.
¿Tuvo un renacer futbolístico en LDA?
Mi paso acá revivió muchísimas cosas en mí. Volví a disfrutar de este deporte, que sin duda alguna llegué a perder en algún punto. Recordar todo esto es revivir que yo necesitaba estar en este club.
Tenía temor de si iba a hacer clic con la afición. Para nadie era un secreto de dónde venía, pero me propuse desde el día uno trabajar por y para mí, la afición, y el club, darlo absolutamente todo en la cancha siempre. La actitud para mí no se negocia, y me tomo muy en serio el dicho de “si la vida hay que darla en la cancha, la vida se da”.
Un mensaje a la afición
Muchísimas gracias por estos tres años y medio. De verdad, me regalaron muchísimo. El verlos aquí y donde sea que jugáramos, viajando con nosotras, es algo que me voy a llevar por mucho tiempo. Me voy agradecida por el cariño que recibí desde el primer día que llegué. Son la mejor afición y siempre tendrán un espacio muy grande en mi corazón. Me siento muy orgullosa de formar parte de este club y de ser una manuda más.
