Por Leonardo Medina
En el corazón de los aficionados de la Liga Deportiva Alajuelense, el nombre de Iván Mráz resuena con respeto y admiración. Hoy nos despedimos de una leyenda que no solo dejó su huella en el fútbol costarricense, sino que también revolucionó la manera en que se vive este deporte en nuestro país.
Nacido en la República Checa, Ivan Mráz encontró en Costa Rica su hogar. Durante su gestión como director técnico, Alajuelense alcanzó la gloria en 1980 y 1991, años en los que el equipo se coronó campeón, dejando un legado de triunfo y pasión que perdura hasta hoy.
También cosechó un título nacional como gerente deportivo de la institución en el año 1992.
Mráz será recordado por su búsqueda incansable de la profesionalidad, su capacidad para liderar equipos hacia la victoria y su visión estratégica que transformó a Alajuelense en un referente del fútbol nacional.
Iván Mráz fue un pionero, mentor y estratega que enseñó a generaciones de futbolistas el valor de la disciplina, la táctica y el trabajo en equipo.
Su legado se mide en las vidas que tocó, en los sueños que ayudó a construir y en el amor por los colores.
Descanse en paz, don Ivan, y que su espíritu guerrero siga vivo en cada juego, en cada gol y en cada aficionado de La Liga.