Jóvenes del CAR compartieron valores y experiencias con privados de libertad

Esta semana, siete de nuestros futbolistas de liga menor que residen en el CAR vivieron una experiencia inolvidable al visitar la Unidad de Atención Integral (UAI) Reinaldo Villalobos Zúñiga, ubicada en el Centro Penitenciario La Reforma.

Desde su llegada al centro penitenciario, alrededor de la 1:00 p.m., los jóvenes fueron sometidos a un control de seguridad por parte de la policía penitenciaria, quienes les recomendaron no portar objetos de valor.

Durante la visita, recorrieron las principales áreas del centro, incluyendo los talleres, programas educativos y una de las residencias donde habitan 65 privados de libertad. La UAI cuenta con 11 residencias en total, albergando aproximadamente a 700 reclusos.

Como parte de la experiencia, se organizó un partido mixto entre nuestros jóvenes de liga menor y algunos de los futbolistas de la UAI, quienes ya han visitado el CAR e incluso han jugado contra equipos de segunda y primera división en varias ocasiones. El encuentro tuvo lugar en la cancha de fútbol 7 natural de la unidad, donde los reclusos tuvieron la oportunidad de disfrutar del juego, viviendo el partido con la emoción de una final.

La jornada concluyó en el gimnasio multiusos, donde nuestros jugadores compartieron una merienda e intercambiaron experiencias y mensajes de positivismo con los privados de libertad.

El psicólogo de la residencia, Óscar Argüello, destacó la importancia de este tipo de visitar: “Es fundamental que los jóvenes jugadores, como parte de su formación, participen en este tipo de actividades. Estas experiencias les permiten conocer la realidad de personas que, a través del deporte, han recuperado valores y han logrado cambiar sus vidas”, destacó.

“Esto es una fuente de motivación para nuestros futbolistas, ya que les ayuda a comprender la importancia de hacer lo correcto y evitar malas decisiones que podrían llevarlos a situaciones como las que enfrentan los privados de libertad”, concluyó Argüello.

Nuestros cachorros aprendieron que pequeños gestos pueden tener un gran impacto en la vida de los demás. Ya sea una palabra amable, un gesto de apoyo o un simple partido de fútbol, cada acción sirve para inspirar y motivar a otros a seguir persiguiendo sus metas.

Esta fue la primera de varias visitas programas a esta UAI, para que nuestros jóvenes jugadores aprecien de primera mano la realidad que viven los reclusos, una realidad que contrasta profundamente con la vida que ellos conocen.