Por Enrique Quique’ Vásquez han pasado muchos de los futbolistas que han brillado tanto con LDA como con la Selección Nacional y, gracias a su sensibilidad por identificar y captar a jóvenes jugadores, ya son 58 años vinculado a LDA donde llegó como jugador de liga menor, atravesó los distintos procesos de juveniles, para llegar a Primera División, además de conformar distintos cuerpos técnicos. Leé aquí un poco más de este histórico protagonista de LDA quien día a día camina los pasillos del CAR con un único propósito: “encontrar buenos futbolistas para que hagan campeón al equipo”.
¿Cuándo llegó ‘Quique’ Vásquez a LDA ?
Yo llegué a la Liga en 1965 como jugador de liga menor. Sin embargo, por la edad que tenía -que eran 11 años- no había categoría para mí. En ese entonces habían mosquitos que eran hasta los 15, después seguía la infantil, luego ‘las promesas’ y después el primer equipo. Sin embargo pude quedar en el equipo de los mosquitos. El papá de quien fue el presidente de LDA posteriormente, como lo fue Rafael Ortiz, dirigía el equipo y me dejó jugando con los jugadores más grandes.
¿Qué relación tuviste con don Alejandro Morera Soto?
Conocí a don Alejandro y compartí con él varios años. En ocasiones coincidía con él en el estadio cuando él hacía trabajos con el primer equipo. Ahí tuvimos la dicha de conocerlo. ¡Era un caballero! Era ese momento cuando don Alejandro incursionó en política por su popularidad y arraigo en la ciudad de Alajuela. Había sido gobernador y era un político importante de nuestra provincia. Nos daba muchos consejos a los jugadores del primer equipo. Con él también participaba mucho con don Salvador Soto Buroy y don Nelson Morera, quienes formaban parte en muchas ocasiones parte de cuerpos técnicos del primer equipo así de divisiones menores.
Para ‘Quique’ Vásquez ¿qué significado tiene la LDA en su vida?
¡Es mi casa! La siento como mi casa. He salido en otras oportunidades: estuve 2 años fuera por un viaje a EEUU pero posteriormente regresé a la institución. Tuve la dicha de jugar con grandes jugadores en los setentas y principios de los ochentas. La Liga es mi vida entera y aquí sigo, ¡dando guerra todavía!
¿Cómo se desarrolla esa sensibilidad y ese talento para captar jóvenes promesas?
Lo primero que debo decir es que a mí me enseñó muchísimo Juan José Gámez. Yo fui compañero de él, también fue mi entrenador. Él tenía esa virtud, esa sensibilidad de ver cosas que mucha gente no ve. Sí, se ve lo grueso del jugador: que le pega fuertísimo, que conduce bien la pelota, pero… hay que ver otras cosas: ¿cómo es marcando? cómo es recepcionando? ¿cómo dribla? Porque no solo una especialidad que uno tiene alcanzar para poder ser futbolista de Liga Deportiva Alajuelense.
¿Qué es lo que a veces le falta a los jugadores para lograr el sueño de llegar a Primera División?
¡Ahora se ha dejado de jugar! Se cerraron las canchas y se hicieron parques. Hay muchas plazas pero… están cerradas. En nuestra época uno salía de la escuela, cruzaba la calle y estaba la plaza. Jugábamos mejenga todo el día, entonces los niños se desarrollaban más. Aprendíamos viendo a grandes porque también jugábamos con los grandes. Eso nos ha quitado posibilidades de desarrollo para con los niños.
Las licencias también: antes el pulpero, el verdulero, con su poco conocimiento pero su gran sacrificio, llevaban el equipo. Ahora usted pasa por muchas canchas y no hay escuelitas de fútbol. Ya aquel amor del pulpero por llevar a los niños se ha perdido. Esa que va a marcar la cancha, lavar el uniforme, poner los balones e invitar a los chiquitos a una Coca Cola… se ha ido perdiendo. Ahora la mayor parte de los que sacan licencia y ponen escuelas es para lucrar. Sí enseñan pero es muy poco el tiempo: una cosa es dar una clase hora y media o dos horas, y otra cosa era la mejenga que jugábamos nosotros que comenzaba a la 1 pm y terminaba a las 6 porque ya la pelota no se veía. Esas horas de fútbol, aunque no fueran bien orientadas, sí nos iban dando una experiencia y una técnica, o un manejo de fundamentos técnicos importantes.
¿Qué le genera ver triunfar a los futbolistas que descubrió?
Ese es el orgullo. Ese es el pago que más me gusta recibir. Porque yo los apoyé no solo en la parte económica, sino también en la parte emocional: a veces me convertí en hermano o en papá de muchos de ellos. Los oriento, les hablo de cosas que, tal vez ellos conversan en la casa, pero le ponen más atención a uno que está fuera del entorno familiar. Y claro que cuando uno los ve debutar y crecer futbolísticamente es la satisfacción más grande.
¿Cuál ha sido su propósito en el fútbol?
Primeramente, por el cariño de la institución, es el de encontrar buenos futbolistas para que hagan campeón al equipo. Para que sumen y logren llegar al primer equipo, que tengan un protagonismo de gran nivel y el equipo gane campeonatos. Y lógicamente me enorgullezco muchísimo cuando les salen oportunidades a jugadores que pasaron por uno como Bryan (Ruiz) en aquel entonces, Josimar (Alcócer) ahora, Carlitos Hernández, y muchísimos más que han podido jugar internacionalmente.
¿Algunos de los futbolistas han pasado por el ojo de ‘Quique’ Vásquez?
Wilmer López y Álvaro Mesén quienes fueron los primeros jugadores que yo dirigí en Primera. Posteriormente: Froylán Ledezma, Esteban Sirias, Ricardo González, Wilson Muñoz, Pablo Salazar, Pablo Quesada, Cristian Montero, Carlos Hernández, Erick Scott, Pablo herrera… Muchísimos de ellos yo los traje a la Liga. Alguien me los recomendó y yo los traje. A Patrick Pemberton quien vivió en casa, mi familia lo quiere más a él que a mí, je.
Mi casa fue el primer CAR que hubo en Alajuela. Como no había donde tener a los jugadores que traía, los ubicaba en mi casa. Tuve hasta cuatro viviendo simultáneamente. Marco Ureña vivía donde mis suegros, porque él salía de Palmichal de Acosta desde las 5 am para llegar a San José y de ahí al estadio. Era terrible aquello entonces le conseguí un cuarto… ¡donde mi suegra! Llegó a Primera División y no se quería ir de ahí, ja.
5 millones por la transferencia de Froylan al Ajax…
¡Eso fue una locura! Duraremos 100 años en Costa Rica para sacar otro Froylán Ledezma.
Siempre lo vemos aquí en el CAR con Víctor Badilla, hoy en día Director de Visorías del club. ¿Cómo comenzó la relación con él?
Ivan Mraz me pidió darle seguimiento en Saprissa. Fui varias veces con bufanda y anteojos oscuro a verlo jugar para que no me vieran, sino me quemaban vivo en el estadio Saprissa, ja. Le di seguimiento 6 meses, me pidieron un informe y lo entregué con todos los detalles posibles. Era un jugador interesante para LDA y para la idea que don Ivan Mraz tenía. Juan José Gámez era quien estaba dirigiendo el equipo en ese momento y yo lo asistía como ayudante de campo. Fue un gran jugador y hoy en día un excelente compañero.